El Prisionero
Ben Zur & Jah B

En un pozo de dolor he caído,
aislado y sin nombre,
no ceso de clamar,
de gritar al mundo mudo.
No he pecado, ni cometido delito,

Dios es mi testigo,
solo Dios es mi testigo.
Devuélveme la vista y la esperanza,
en un riso cruel me han humillado.
Mi alma suplica, ¡libérame ya!
¡Basta, basta!
Nunca imaginé, ni soñé,
que mi destino sería tan amargo.

Dile a mi madre que la amé,
que la guardé en mi corazón.
Quizás un día regrese a ella,
a su consuelo,
volveré, volveré.

A mi alrededor ya brilla el sol,
pero no sé si hoy será mejor que ayer.
Escucharé la voz del salvador,
levantaré mis ojos al cielo,
a Ti clamaré,
Dios mío, no me dejes,
no me olvides, apúrate a responder,
pues estoy perdido.

Dile a mi madre que la amé,
que la guardé en mi corazón.
Quizás un día regrese a ella,
a su consuelo,
volveré, volveré.