Cronómetro 7:10
Daniel Grant y Roni Vaknin

Cronómetro
Mañana
El séptimo día de octubre
Pensamos en la ciudad que Bruno cantará
Se abrió la mesa de póker

Canal
Keshet
La televisión sonando en la cabeza
Dany Cushmaro se fue al sur
Vistiendo un chaleco y un casco

Todos hablan de guerra,
pasa una moto por la calle y pienso que es una alarma.
Cada puerta que se cierra, nos tiramos al suelo,
un ambiente de incertidumbre en las calles, ¿para qué todo esto?
Sábado por la mañana, la fiesta se acabó,
un país en pausa,
9 millones de habitantes con rencor.
Propaganda, "protestaganda",
ya no hay ni izquierda ni derecha,
todos con la misma agenda.

Ellos celebran la muerte,
yo temo por mi vida.
Mientras tanto, en Europa todos marchan y gritan
"Liberen Palestina" (¿de quién?).
Un día de de película de terror,
un día después de una película dramática.
Una fiesta con más de dos mil,
de la que regresaron menos de…,no preguntes cuántos.

Estribillo:
Quiero llegar al momento en que digamos
que todo lo que pasó solo construyó el futuro,
y que nunca olvidaré este día.

Dios mío, quería contarlo

Mirando los comentarios de Bella Hadid,
seguro que tiene algo más que decir.
Sentada en su casa de Beverly Hills,
nada le duele en el bolsillo.

Creando otro reel,
con vodka y tocino, le da un mordisco.
¡Vamos, fuera, ve a Gaza!,
te compramos un boleto.
(¡Vamos, querida!)

Una conspiración por goteo,
en TikTok y todas las plataformas,
número uno en la competencia,
del sofá al balcón.
Todos los amigos de nuestra unidad,
con una ansiedad que persiste,
con el extremo de la mira,
profundizaremos la cicatriz.

De entre el dolor,
lograremos volver,
nos pararemos en ceremonias,
prometiendo recordar,
lloraremos en los sones,
contaremos experiencias y recuerdos de un mundo que fue,
de todo lo que existió y terminó.

Estribillo:
Quiero llegar…

Kibutzim fueron borrados,
familias enterradas,
niños que ya no crecerán.
Los secuestrados volverán, pero no regresarán,
los líderes se escondieron,
la gente se unió,
desertores se alistaron,
por cada uno que guardó silencio, mil hablaron.
Y luego Biden habló y todos se calmaron,
el mundo volvió a gritar
que esto es “fake news”.
Enloquecí.

La verdad es que desde entonces no he podido tranquilizarme.
Cuando me dormí, me desperté porque soñé
que fui secuestrado y no regresé.
Los que callan, en realidad gritan: "no me importa".
Apoyando a ambos lados, no los entiendo.
Intenté convencerlos, les envié videos y expliqué,
me dijeron "¡judío mentiroso!" y no me quedé en silencio. 
¿En qué mundo me toca vivir?